Escultura cerdo tradiciones. Nombre:Van-Pork

Tradiciones. Nombre: Van-Pork

Nuestras tradiciones son unión. Unión de pasado y presente, unión de nuestros pueblos, de sus gentes, de los que se fueron y vuelven, y con los que llegan por primera vez a descubrirnos.

En Pozoblanco las tradiciones han creado un universo único, formado por sus fiestas, sus costumbres, su gastronomía, por su entorno, por su arquitectura.

No pensamos en Pozoblanco sin la Virgen de Luna y su romería, su tambor y la bandera, o el hornazo de la Virgen.

Imposible olvidar la aparcería con sus brindis entre amigos, el lomo de orza o las deliciosas perrunas.

Si paseas por sus calles te acompaña la piedra, sus casas encaladas y el granito de los dinteles, las cruces o sus preciosas ermitas.

El olor de la Semana Santa y su recogimiento, la chispa de la feria de septiembre y la feria chica de San Gregorio, las jotas que se cantaban y se bailaban en cualquier fiesta de  Pozoblanco.

Los muros de piedra, esos cercados que antaño cubrían buena parte de sus campos, y que se han convertido en uno de los elementos culturales más emblemáticos de la dehesa de los Pedroches.

Pozoblanco y tradición van unidas, conocer Pozoblanco es descubrir un mundo que se abre para todo aquel que lo venga a disfrutar.

Quercus

Dehesa y Starlight. Nombre: Quercus

Pozoblanco está inmerso en la dehesa más grande de Andalucía, de las mejor conservadas del territorio nacional, y una de la más extensa y antigua de toda Europa.

Un mar de encinas milenarias, de caminos y veredas infinitas, trazadas por paredes de piedra, un arte ancestral que llega hasta nuestros días. En noviembre de 2002, la UNESCO declaró Reserva de la Biosfera las Dehesas de Sierra Morena convirtiéndose en una de las mayores superficies protegidas del planeta.

La dehesa es en uno de los elementos definidores de la comarca de los Pedroches, como espacio natural creado por el hombre, ejemplo de sostenibilidad y equilibrio entre la naturaleza y lo humano. Definitoria de una cultura propia, alrededor de una economía basada en la ganadería, con la oveja, la vaca, y esencialmente, el cerdo ibérico, como protagonistas.

Hoy, la dehesa de los Pedroches, además de ser una de los mayores tesoros naturales de nuestro país, sigue siendo esencial para el desarrollo de la vida económica y social de esta tierra.

Otro de los grandes placeres por descubrir en la dehesa son los amaneceres y atardeceres de cuento, y nuestro cielo en la noche, considerado por los expertos uno de los mejores de Europa para el avistamiento de estrellas. El cielo de los Pedroches ha sido declarado Reserva Starlight, galardón avalado por la Unesco y por la Organización Mundial del Turismo.

Disfrutar de una noche bajo las estrellas en un entorno como la ermita de la Virgen de Luna y su dehesa, está indicado como uno de los lugares más idóneos para observar las estrellas, pues se encuentra lejos de cualquier foco de luz y con una espectacular oscuridad nocturna. Así, cielo y tierra se unen en un enclave único, la dehesa.

Dorado. Nombre: Regalo

Dorado. Nombre: Regalo

La ciudad de Pozoblanco presenta un interesante contraste en relación al sosiego que ofrecen la dehesa y resto de enclaves de los Pedroches. Pozoblanco ha dejado de ser el pueblo pequeño de casitas blancas y calles empedradas que fue hace siglos, aunque mantiene intacta la esencia de lo auténtico.

Es un lugar en el que conviven en perfecta armonía pasado y presente, los atractivos de un pueblo y las ventajas de una ciudad cómoda y asequible. Pueblo unido a su patrimonio histórico, entorno natural, forma de vida, gastronomía, costumbres y tradiciones.

La tradición mejor guardada de Pozoblanco es la aparcería, antaño se cerraban tratos, hoy se toma el aperitivo, se  estrechan lazos, se comparte tiempo con los amigos, es decir, la calidad de vida en Pozoblanco pasa sin duda por una buena aparcería.

Compartir tiempo con amigos y familiares, degustando los buenos productos de nuestro pueblo, como el jamón ibérico, el lomo de orza, unas ricas aceitunas o un buen queso, es uno de los tesoros más preciados de Pozoblanco. Las numerosas tabernas y bares se esmeran en ofrecer con mimo y cuidado los productos de la tierra para todo aquel que quiera vivir la experiencia.

Si hay algo que define a Pozoblanco, eso es la aparcería, uno de los grandes placeres del que disfruta cualquier pozoalbense y queremos compartir lo que nos hace disfrutar.

 

Pozo-Pic

Patrimonio. Nombre: Pozo-Pic

Pasear por las calles de Pozoblanco y su entorno es iniciar un viaje por una tierra de labriegos, de pastores y campesinos, que dejaron su impronta en una ciudad moldeada con el encanto de la piedra y la blancura de la cal.

Sobre un camino de calles empedradas, iremos descubriendo sus edificios, que albergan en la sencillez la grandiosidad de su factura. Un rico patrimonio sustentado en la piedra, en el granito y la cal. Ya lo dijo el poeta, Pozoblanco, piedra y cal sin otro particular.

Son singulares sus casas tradicionales, con sus grandes dinteles de piedra en puertas y ventanas; las maravillosas ermitas repartidas por los cuatro puntos cardinales del pueblo; las cruces de granito como testigos mudos a lo largo de la historia; el edificio del antiguo Ayuntamiento, la majestuosa calle Real y sus casas modernistas; la casa de la Viga y el Pozo Viejo, que vieron nacer a Pozoblanco.

El lugar de encuentro de los pozoalbenses es la  plaza de la Iglesia,  donde destacan notablemente la Iglesia de Santa Catalina y la capilla de Jesús Nazareno, convertida en un emblema de la ciudad.

Completamos el paseo con la plaza de Toros, el Coso de los Llanos, espacios para la cultura, como el Teatro el Silo, antiguo almacén de grano rehabilitado. Personajes como Aurelio Teno y sus esculturas, Marcos Redondo o la Plaza del Cronista Sepúlveda, nos traen a grandes personajes que engrandecen a Pozoblanco.

Respetar y cuidar del patrimonio histórico de la ciudad es conservar la identidad de Pozoblanco, es una herencia de nuestros antepasados, viene del pasado y debe ser transmitido al futuro.

Pical

Piedra y Cal. Nombre: PiCal

Abiertos a las tendencias actuales del arte, desde Piedra y Cal, asociación para la defensa del patrimonio histórico, hemos querido huir de los tópicos clásicos y aunar la tradición  y modernidad reutilizando una simbología que, soportada en unos colores vibrantes, sea capaz de transmitir elementos y valores propios de nuestra tierra que contagien  ilusión, seguridad y confianza en el futuro de nuestra comarca.

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